Agustina Fioretti







Desde hace algunos años, Agustina Fioretti realiza extraños objetos e imágenes que dificultan su reconocimiento y organización taxonómica. No solo por los materiales utilizados—pelo de caballo y plumas de aves—que dotan a sus obras de formas inciertas de la animalidad, sino también por la reutilización de elementos provenientes del mundo de la construcción. Fioretti mueve las cosas de su lugar de origen, realiza un desplazamiento que le permite producir nuevos ensamblajes maquínico-animales: ni caballos ni pájaros, unos y otros al mismo tiempo, lo cyborg emerge de la fusión entre lo técnico y lo animal, de la vida de los objetos. ¿Qué futuros podrían emerger de nidos construidos con pelo de caballo? ¿Qué promesas de monstruos se anuncian en estos futuros?

En los debates que le siguieron a la revolución darwiniana, uno de los mayores interrogantes fue conocer el modo en el que, gradual o subrepticiamente, se producían nuevas formas de vida. ¿Cómo emergen nuevos especímenes a partir de otros que, en algunos casos, se le parecen poco? Por supuesto, este interrogante llevaba siglos desarrollándose. La emergencia de la vida en espacios poco propensos a ella y el desconocimiento sobre el modo en que se reproducían algunas especies hicieron de la teoría de la generación espontánea un modelo arraigado en el sentido común para comprender cómo se producía la vida.

Descartada esa idea, hace más de un siglo el botánico y genetista neerlandés Hugo De Vries formuló una respuesta ante el interrogante postdarwianiano sobre cómo se producía la transformación de la vida: “las especies no se transforman gradualmente, sino que se mantienen inalteradas generación tras generación hasta que, de pronto, surgen formas nuevas que difieren claramente de las paternas y que se mantienen en su lo sucesivo tan perfectas, constantes, bien definidas y puras como cabe esperar de una especie”.

Podríamos seguir entonces ese rastro para reflexionar sobre los objetos e imágenes reunidos en esta ocasión, donde la animalidad, en su cruce con una materialidad propia de la factura humana, introduce una pregunta por lo técnico y por la tecnología como medio para realizar nuevos ensamblajes animal-no humano-maquínico. Fioretti emprende una fuga hacia adelante para crear seres que generan un nuevo sistema de relaciones y dificultan su ordenamiento taxonómico: vivientes que prometen formas de vida novedosas.


Texto curatorial Jesu Antuña
Tangent Projects, Solo Show, 2025


*Obra seleccionada para Fundació Vila Casas Premio Escultura 2024






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